Los expertos aseguran que durante su entrada en la Tierra, el satélite se romperá en unas 30 piezas grandes y algunas de ellas, de una masa total de hasta 1,6 toneladas, podrían sobrevivir a la desintegración al cruzar la atmósfera.
En este sentido, el diario `Daily Mail` publica que el centro de control Alémán da la posibilidad - una entre 2.000 - de que alguna pieza de Rosat pueda dañar a alguna persona.
Este caso se une al episodio vivido hace dos semanas, cuando el satélite UARS hizo su reentrada en el planeta de manera descontrolada. Finalmente, UARS cayó en el Pacífico, aunque en un principio se especuló con la posibilidad de que pudiera provocar daños en zonas habitadas, según despacho de Europa Press.
Ahora, los expertos de la NASA señalan que habría que estudiar la situación de la `flota` de satélites en el espacio, ya que un satélite canadiense del operador Telesat, Anik F2, mantiene en los últimos días en vilo a los científicos.
Este aparato, que ofrece servicios a clientes canadienses y estadounidenses, incluyendo el servicio de banda ancha WildBlue, sufrió el pasado 6 de octubre una falla por error en el software que lo tuvo inhabilitado 12 horas. En un principio se barajó la posibilidad de que Anik F2 también pudiera caer a la Tierra, aunque finalmente dejó a millones de usuarios sin Internet y a 48 vuelos en tierra, con unos 1.000 pasajeros afectados.
Fuente: 26noticias.com.ar