"Entender los mecanismos de control de la angiogénesis, permitirá el desarrollo de nuevas drogas y estrategias terapéuticas para ayudar a la irrigación de tejidos hipóxicos (faltos de oxígeno), entre ellos el corazón. Así se podrán prevenir infartos o curar corazones que los hayan sufrido", dijo a Télam el biólogo Pablo Wappner, director del grupo de científicos que realizó la investigación.
Wappner es investigador del CONICET y de la Fundación Instituto Leloir, y los resultados de este estudio fueron destacados en la portada de la edición de octubre pasado de la prestigiosa revista Molecuar and Cellular Biology, de la American Society for Microbiology.
(Télam)