Entre altos cordones montañosos, valles y pequeños pueblos, nuestra provincia ofrece espectaculares atractivos para que el público de la carrera se convierta en turista y disfrute de experiencias tan emocionantes como la deportiva.
Quienes visiten nuestra region para ver el tramo del Dakar en esta Catamarca -del 12 al 17 de enero- contarán con una amplia oferta turística que incluye paisajes naturales, relax, cultura, aventura, arqueología, gastronomía, vinos y religión.
Los visitantes podrán conocer paisajes como el del camino al Paso de San Francisco, aguas termales, la Ruta del Adobe, las tejedoras y sus telares manuales, bodegas y viñedos, museos, sitios arqueológicos y la posibilidad de hospedarse en un hotel cinco estrellas a más de 3.000 metros de altura o en un refugio de montaña para aclimatarse antes de una experiencia de andinismo.
Nada es lineal y ninguna opción es excluyente, ya que la historia, la naturaleza y el desarrollo turístico combinan las termas con la gastronomía, la historia con la Ruta del Adobe, el relax con la aventura, la religión con las artesanías, y múltiples “combos” más, para que en pocos días nada quede sin ser conocido.
Paso de San Francisco
Los corredores transitarán la Ruta 60, que lleva a Chile por el Paso Internacional de San Francisco, a 4.726 metros sobre el nivel del mar, cuyo último tramo corre por el Valle de Chaschuil, cuyos impactantes paisajes también pueden ser disfrutados por los turistas, ya que el camino de asfalto está en buenas condiciones.Su entorno es de escasa vegetación pero con imponentes volcanes y montañas de más de 6.000 metros, cuyas laderas muestran una diversidad de 14 colores, entre los que predominan los colores rojo, amarillo y verde. La fauna más visible la componen vicuñas, ñandúes y, en las lagunas, flamencos rosados.
Los Seismiles
Este atractivo, que puede ser visto desde la ruta 60, lo conforman 14 picos que superan los 6.000 metros, entre ellos el Pissis, que con 6.882 metros es el volcán inactivo más alto del mundo. Esta zona es la segunda en altura del planeta, después del Himalaya.Ruta del Adobe
Este atractivo se extiende en los 50 kilómetros que separan las ciudades de Tinogasta y Fiambalá y consiste en construcciones hechas de barro, paja y estiércol, con paredes de un espesor de entre 80 centímetros y un metro, y cuya antigüedad llega a los 300 años. También hay algunos templos históricos del mismo material, como el Oratorio de los Orquera, de 1747, en el poblado de El Puesto, o la Iglesia de San Pedro, en Fiambalá, de 1770, y junto a la cual, como un fiel compañero se halla un algarrobo de 200 años.Las Tejedoras
Estas mujeres habitan pequeños pueblos del departamento Tinogasta y mantienen la tradición del tejido en telar manual, con el que hacen piezas de excelente calidad, como las típicas colchas tinogasteñas, bordadas con flores multicolores.También las hay en el departamento Belén, cuya ciudad cabecera -del mismo nombre- es llamada la “Cuna del Poncho”, por la habilidad de sus tejedoras, que realizan estas finas prendas con fibras de alpaca, vicuña y llama.
Viñedos y Bodegas
Numerosas bodegas y viñedos de Catamarca están abiertos al público -especialmente en Fiambalá- y muestran la elaboración de sus vinos artesanales y de exportación. Ésta es una época ideal para observar también los preparativos para la Fiesta de la Vendimia en la provincia, que se realizará un mes después del Dakar.
Termas
De las varias termas catamarqueñas, las más importantes están en una quebrada de 50 metros de ancho a 12 kilómetros de Fiambalá, donde hay 17 piletones naturales de roca cordillerana. El agua surge en la altura, a 75 grados, y se va enfriando al descender, para llenar el primer piletón a 52 grados y luego los siguientes a temperaturas tolerables entre 30 y 40 grados.Además de las propiedades curativas de estas aguas, el visitante puede disfrutar en el lugar de un microclima ideal todo el año y, en el marco de un pintoresco paisaje, comer un asado en el restorán junto a las piletas.
Dunas de Tatón
A 25 kilómetros de Fiambalá hay una gran extensión de montañas de arena, consideradas entre las dunas más grandes del mundo, que se convirtieron en un lugar ideal para los a deportes como el sandboard, a cuatriciclos y a vehículos 4×4.Incahuasi
Este cerro, de 6.623 metros de altura, tiene en su cima las segundas edificaciones precolombinas más altas de la Tierra, después de las del Volcán Llullaillaco (Salta), de 6.739 metros. Se realizan ascensos guiados tras unos días de aclimatación.Hostería en la altura
La Hostería Internacional de Cortaderas es un hotel cinco estrellas ubicado a 100 kilómetros de Fiambalá, sobre la Ruta 60 rumbo al Paso de San Francisco, a 3.000 metros sobre el nivel del mar en plena Cordillera de los Andes. Cuenta con 85 plazas y las comodidades que caracterizan a un hospedaje de esta categoría.Refugio Las Grutas
Es un refugio de vialidad al que se llega por la ruta 40, a unos 4.000 metros de altura, cuyas instalaciones son prestadas, a un precio simbólico, para la aclimatación de las expediciones que suben al Incahuasi. Cuenta con un dormitorio para 12 personas en literas, cocina, servicios, fuego y duchas de agua calienteHistoria y Religión
La propuesta turística en lo histórico y religioso tiene su eje en la ciudad de Tinogasta, donde se encuentran los principales templos y museos del departamento. Frente a su plaza principal, 25 de Mayo, está la blanca Iglesia de San Juan Bautista Niño, donde se venera al patrono de la ciudad y el 24 de junio se celebra su festividad con una gran fogata y el tradicional ponche.Los museos arqueológicos más importantes son los del Dr. Alaniz y Tulio Robaudi, ambos de cultura indígena, con momias, estatuillas y otras piezas diaguitas.
En los pueblos de Medanitos y Antinaco, vecinos a Fiambalá, hay dos grandes obras de arte del Cristo Redentor, en el primero de más de 19 metros de alto, en la loma de un cerro con hermosas vistas panorámicas del valle, las dunas y viñedos. El de Antinaco tiene menor tamaño pero las mismas características.
Ambos fueron construidos a mano, sin moldes y son piezas únicas que forman parte del circuito turístico histórico-religioso del norte de Fiambalá.
Un párrafo aparte merece la ciudad de Belén -cabecera del departamento del mismo nombre-, cuyo Museo Arqueológico Condor Huasi alberga una de las tres mejores colecciones de arte precolombino argentino, con piezas de hasta 12 mil años de antigüedad.
