El premio rinde tributo a Emilie Poucan, quien durante años trabajó como oficial del prensa del Dakar, y murió en agosto de 2010 en un accidente aéreo.
La joven francesa, amante de la fotografía, había instaurado en enero pasado la costumbre de premiar a la mejor imagen del rally. Por esta razón y como homenaje a su labor, las autoridades de la prueba decidieron bautizar el reconocimiento con su nombre.