"Javier intercedió ante la policía cuando estábamos ingresando la mayoría de los hinchas y nos empezaron a pegar a mansalva.
Ya estaba prácticamente adentro del estadio cuando intentó pedirle a la policía que se calme, que él frenaría a los hinchas, y uno de Infantería le disparó a sesenta centímetros", agregó.
Por otro lado, el hincha de Lanús sostuvo que él "venía más atrás de donde sucedió el hecho con el último grupo" y que hay testigos que le dijeron que a Gerez "le dispararon otro tiro en el piso para rematarlo".
"Cuando llegué traté de ayudarlo, pero estaba moribundo. Empezaron a tirar gas pimienta, que para una persona herida es lo peor que le pueden hacer, era terminar de matarlo. Aclaro que no hubo ningún incidente por las entradas, íbamos ordenados pero antes de llegar notamos un clima enrarecido", consignó.
"Cuando llegamos nos empezaron a pegar con palos, yo tengo varios golpes. Lo que le pasó a la hinchada de Lanús le pudo pasar a cualquier hinchada que hubiera ido ayer al estadio. No sé qué pensará este policía que lo mató. Por su culpa, un chico de once años no tendrá el domingo al padre en su día", concluyó.
Fuente: Télam