Para Ramón Díaz y Diego Simeone no son momentos de felicidad, tras sus malos debuts en la Copa Libertadores. No sólo por las derrotas ante Caracas de Venezuela y el modesto San Martín de Perú, sino por las dudas que dejaron sus equipos, que no mostraron funcionamiento y nivel ante oponentes mucho más débiles en los análisis previos.
El DT de San Lorenzo consiguió todos los refuerzos que pidió. Sumó a la llegada de Diego Placente, a Andrés D’Alessandro y a Gonzalo Bergessio-aún no debutó-, a los que se agregan los incorporados en el Apertura del año pasado: Daniel Bilos, Bernardo Romeo y Juan Carlos Menseguez.
En teoría es un cuadro de los más potentes, pero la realidad es otra, ya que no muestra funcionamiento, juega muy apurado, comete muchas infracciones - le echaron a tres jugadores en los últimos dos partidos-, y sólo muestra como capacidad ofensiva los centros para Silvera o las llegadas de Bottinelli y Méndez en pelotas paradas. Todo muy repetido.
No se advierte juego de conjunto, todo es a los pelotazos. En los torneos de verano ya dio una muestra de que el juego no aparecía, pero el pasado viernes ante Newell’s en el comienzo del Clausura, ante su público, con una gran expectativa, fue un papelón, que volvió a repetirse anoche por la Copa Libertadores.
El gran objetivo de los “santos” es la Copa Libertadores, más al cumplirse el Centenario de la entidad, pero la verdad es que por ahora no hay equipo.
Ramón está muy preocupado y señaló que ya no queda margen para el error.
Algo similar le está pasando al “Cholo” Simeone, que desde que llegó a River aparece muy confundido con la manera de jugar. Cambia constantemente de táctica, pero el equipo no aparece. Da la sensación de que los cambios constantes no son entendidos por los jugadores, que no se sienten cómodos.
En las Copas de Verano, tras perder con Boca en Mar del Plata, en una muy mala actuación, se recuperó tomándose la revancha ante los xeneizes, lo que disimuló un panorama muy confuso.
Da la impresión que ubica mal a los jugadores en la cancha y utiliza como única fórmula de llegada los centros para el uruguayo Abreu, cuando tiene jugadores muy aptos y hábiles para jugar al toque.
Anoche, tras la caída en Lima, se lo vio golpeado. Estuvo un largo rato a solas en el vestuario, sin hablar con nadie. Luego llegó el tiempo del análisis para señalar que ”cuando jugás mal tenés más chances de perder y nosotros perdimos por algunos detalles”.
Seguramente estos días serán vitales para Ramón y Diego que tendrán que plantearse bien la mejor manera de jugar, aprovechando la calidad de los jugadores que tienen y ubicarlos donde mejor rinden……
Por ahora tienen crédito, pero cuidado porque los plazos en el fútbol argentino se acaban rápido y los hinchas no perdonan.(Telam)
