Con la muerte como motor y lejos de caer en desdicha, la novela (Mondadori) relata el destino de Manuel en ese punto del norte argentino abandonado y así se sumerge en dos mundos contrapuestos, el del joven y el de la comunidad Qom, en la que se inscribe su gemelo, Agustín o araganak lta´a, el padre de las víboras, como se lo conoce.
Como los protagonistas de esta historia hay dos escenarios, Formosa y Punta Rasa (Buenos Aires), junto al encuentro de dos cosmovisiones. Y también, claro, hay otra noción de lo doble: antropología y literatura. "No puedo concebirlo de otra manera", sostiene a Télam la autora, investigadora del Conicet y especializada en temáticas de cultura, patrimonio, identidad urbana y medio ambiente.
Premio Lengua de Trapo de Novela, El pájaro de hueso -escrita hace diez o más años, aunque publicada en 2013- nació, como todas las novelas de Carman, en la vigilia.
"Llevo varios cuadernos y diarios de sueños desde que soy niña. Y sueño recurrentemente con dobles y gemelos: es una de mis tantas obsesiones", bromea la autora, que tiene en el cajón próximas obras a publicar: una nouvelle, un libro de poemas sobre su padre ornitólogo y un ensayo de antropología ambiental.
Fuente: Télam