Desde la primera hora, camino a la oficina o a hacer algún trámite, los correntinos comenzaron a hacer "escalas" en quioscos, bares, agencias de lotería y otros locales, en los cuales se ofrecía gratis el típico brebaje destinado a "espantar los males del invierno": caña con ruda macho.
"Tómese un traguito, don, que va sin cargo y reporta grandes beneficios". "Más vale emborracharse que morirse". "La caña alegra y la ruda protege". "En ayunas ayuda más". Tales eran los argumentos que se escuchaban en los negocios antes de que el aludido aceptara el convite. (Télam).-