Varias de las 29 figuras de bronce de distintos personajes históricos han perdido piernas, brazos, dedos o espadas; las cinco placas conmemorativas también fueron arrancadas de su lugar; y las cajas metálicas del sistema de iluminación y riego fueron vaciadas y hoy estan llenas de botallas vacías.
En el granito está tallada la frase "A España Fecunda, Civilizadora, Eterna MDCCCX-MCMX", y el único otro texto es un cartel que da cuenta de la última vez que la ciudad se ocupó del monumento: "Balneario Sur-Municipalidad de Buenos Aires".
Igual que el monumento a Colón, el monumento a España es otra de las obras encargadas para el primer centenario de la patria, a pesar de haber sido inaugurado en 1936.
La obra del escultor argentino Arturo Dresco es un basamento de granito rojo sobre el que se hallan grupos escultóricos en bronce relacionados con el descubrimiento y la colonización española.
Está emplazado en la Plazoleta Ciudad de Salamanca, sobre la Avenida España al 2400, frente a la villa de emergencia Rodrigo Bueno y a metros del centro de inclusión social Costanera Sur del gobierno porteño.
En el centro de la obra Colón se arrodilla frente a la Reina Isabel que lleva un cofre en sus manos, y sobre ellos una mujer coronada (España) toma por los hombros a una joven cubierta sólo por un manto (Argentina).
En los laterales, los exploradores Juan Díaz de Solís (sin su pierna derecha y sin dedos de una mano) y Fernando de Magallanes (sin piernas y sin su mano izquierda) miran hacia el noreste y hacia el suroeste respectivamente.
En el ala noreste están Alvar Núñez Cabeza de Vaca (sin espada), Domingo Martínez de Irala (sin espada), Jerónimo Luis Cabrera, Sebastián Elcano y el Obispo Centenera.
En el ala sudoeste están Sebastián Gaboto, Bartolomé de Las Casas con una aborigen desnuda arrodillada a sus pies, Juan de Garay y Pedro de Mendoza.
En la cara que mira al sureste están Juan José de Vértiz y Salcedo, Pedro de Cevallos, Francisco Solano y Hernandarias de Saavedra junto a un niño aborigen desnudo.
También aparecen un sacerdote, Félix de Azara, Joaquín del Pino y Rozas, Pedro Cerviño, Baltasar Hidalgo de Cisneros y otro niño aborigen desnudo.
Hoy el monumento es invisible detrás de las decenas de camiones brasileños y uruguayos que esperan su turno para operar en el puerto de Buenos Aires, sólo las palomas que anidan en la corona de España se mueven a su alrrededor.
Fuente: Télam
