Ese amor de padre y madre, dijo, da a los niños "seguridad" y al crecer les permite "el descubrimiento del sentido de la vida". Recordando el nacimiento de Jesús, Joseph Ratzinger subrayó que "el nacimiento de todo niño conlleva algo de misterio. Lo saben bien los padres, que lo reciben como un don y que con frecuencia hablan de esto".
"A todos nosotros nos pasó de escuchar a un papá o a una mamá decir: `este niño es un don, un milagro`", enfatizó.
Al respecto, los seres humanos, "viven la procreación no sólo como un mero acto reproductivo sino perciben la riqueza, intuyen que toda criatura humana que se asoma sobre la tierra es la señal por excelencia del Creador", destacó el Papa.
Benedicto XVI lanzó también un llamado a detener la violencia "contra los discípulos de Cristo", en referencia los ataques a una iglesia católica en Filipinas, a las iglesias cristianas en Nigeria y a los muertos a causa de un atentado suicida en Pakistán.