Desde la Dirección de Medicina Preventiva, Esther Aguirre señaló que en ambos casos hay que tener en cuenta esencialmente la higiene, procurar el correcto lavado de las manos, como así también la purificación de todos los utensilios que se emplean en la cocina y para alimentar a los bebés ( como por ejemplo biberones chupetes que pueden haber entrado en contacto con insectos).
En cuanto a la diarrea especialmente, resulta indispensable además de la higiene, prestar atención al cuidado de los alimentos que se consumen: se debe proceder a lavar los comestibles, hervirlos cuando sea necesario y mantenerlos a temperatura adecuadas, bien refrigerados. En el caso de que no hubiere seguridad de su estado de conservación, directamente proceder a su descarte, porque en estas épocas de altas temperaturas cualquier alimento se contamina más rápidamente.
Por otra parte se debe evitar el suministro de hierbas que, si bien pueden ser medicinales, muchas de ellas resultan tóxicas para los pequeños. Lo fundamental es la consulta al médico ante cualquier síntoma, porque un simple dolor abdominal puede estar respondiendo a una patología más importante, y con una infusión podemos complicar el cuadro patológico de los hijos.