La inhumación de los restos de Baldo (48) se realizó en el cementerio Parque Valle de Paz tras una ceremonia y una caravana de la cual participaron más de 500 personas.
Al momento de la despedida final, Sergio Kalas, compañero de Baldo en el Hospital Regional Eva Perón de Santa Rosa, lo recordó como "un tipo maravilloso, con quien compartimos muchas horas, comidas, cafés, salidas, juegos, pesca. Era un tipo muy solidario, que se ocupaba de todo, de cada uno de nosotros".
El crimen de Baldo se produjo en la madrugada del martes pasado, cuando la familia acababa de llegar al balneario de Canasvieiras, donde planeaba pasar sus vacaciones.
Mientras la esposa del radiólogo bajaba a preguntar en una posada si había alojamiento, el hombre y sus hijos de 12 y 15 años se acercaron hasta la playa.
En ese momento, observan que un delincuente pretendía ingresar a su auto Volskwagen Fox gris que habían dejado estacionado, por lo que regresaron corriendo.
Según los investigadores, Baldo pretendió evitar el robo y recibió un balazo en la cabeza que le provocó la muerte en forma casi instantánea, delante de su esposa Miriam y sus hijos.
Luego del crimen del turista cordobés, en Canasvieiras se observa desde ayer un fuerte presencia de policías tanto "de a pie, en auto o bicicleta".
El vocero de la Secretaría de Seguridad de Santa Catalina, João Carlos Mendonça Santos, dijo a un medio de Córdoba, que la "línea de investigación más fuerte indica que eran tres autores, uno o dos de ellos eran menores de edad".
También indicó que existen controversias sobre la posibilidad de que hayan sido dos disparos y no uno, como se dijo en un principio. “El primero habría sido de intimidación, y como el hombre (Baldo) no se amedrentó, vino el segundo sobre el rostro”, afirmó. (Télam)