Catamarca
Viernes 19 de Abril de 2024
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Esto puede ser el futuro : la poesía argentina del siglo XXI

En 30.30: poesía argentina del siglo XXI, la antología de poetas de todo el país que acaba de presentar el editor y también poeta Damián Ríos, se dan lugar una cantidad de voces que sin acordar siempre en un mismo programa estético, son capaces de mostrar (y de sonar) como un colectivo que se ha ganado un lugar a pulso con el objeto de diferenciarse, de tributar y descartar la tradición, cualquiera sea.
El libro, publicado por la editorial Municipal de Rosario, también es una forma de romper con cierto catastrofismo que ubica a esa ciudad -a esa zona- como un enclave del peor de los peajes.

Ríos nació en Entre Ríos en 1969; desde 1991 vive en Buenos Aires; cofundador de la editorial Interzona, en la actualidad es uno de los editores de Blatt&Ríos; autor de Entrerrianos, El verde acostado y Bajo cero.

La desgrabación de la presentación fue cedida generosamemte a Télam por Daiana Henderson.

"Yo de todos quiero decir algo.

"Hay un viaje en moto por Buenos Aires en un poema de Mariela Gouric, un bocinazo campeón, dice el poema. Una pareja viaja en moto para comer una hamburguesa en la costanera, a pasar la tarde. Es un relato lleno de frases lindas, sensuales, coloridas. Un poema puede proponerse eso: un relato, frases lindas.

"Acá, la lírica puede ser eso. Puede ser, también, precisión y claridad, como en estos versos de Matías Heer: la cadena engrasada repta lenta / sobre el platillo, los herpes coloridos / revientan entre sus colmillos, y se agradecen la rima y las figuras retóricas.

"Entonces puede ser relato colorinche, zarpado y también descripción millonaria en vocabulario y recursos. Soy el fuego, dice un poema de Paula Moya y más adelante, la magia existe; es un poema de habla de superhéroes, o mejor: que inventa una superehéroa.

"Entonces tenemos hasta acá, por lo menos, el relato brilloso, la delicadeza al describir un mecanismo, como un poema, y la invención, la energía, el fuego. Todo eso puede proponerse la poesía del siglo XXI, sin perder las referencias a la poesía anterior, proyectándose hacia el futuro, pero sobre todo siendo ahora poesía de ahora.

"Acá el chiste no es acertar quiénes de estos treinta, o de los treinta que quedaron afuera, van a ser las voces de los años que vendrán, acá el tema es ver si este libro funciona, a mi juicio. Por eso hay que sumar y seguir, leer con atención. En un poema de Kesselman se estudian los movimientos de los objetos, movidos por el dinero, en el Ejército de salvación y en una Feria americana. Los movimientos son microscópicos en el borde de esa economía, que también es verbal y de recursos, pero así y todo el poema se enrarece y una corbata pasa por cinto y todo le queda demasiado grande o chico.

"En un poemario titulado Razones personales, Franco Boczkowski dice en una par de versos: … este mediodía en Atenas/ enfrentaban, congregados, el ajuste. / este mediodía, el sol, en Córdoba, mostraba / su experiencia de miles de años…. Lo político o lo social cruza, entonces, con diferentes tonos y registros esta antología. Hasta se los podría hacer discutir, tensados como están, disputando un territorio.

"Julián Bejarano, que también apuesta por la imagen, titula un poema: La política no tiene onda. En general, a los poetas les gusta hacer aseveraciones. Bejarano, en el poema, se dedica a reflexionar sobre algunas costumbres: el nuevo barrio, los gatos y después una autocrítica, lo mejor es que nadie me recuerde. / Mi virtud es que soy técnicamente pésimo. Bejarano, él lo sabe, no es técnicamente pésimo, al contrario, tiene un oído fino y desarrollado y se propone en cada poema llegar hasta el fondo de la lengua.

"Preocupación que comparte con muchos en esta antología, y que ha movido a poetas de toda la historia. Las entrerrianas en shores de Manuel Podestá desfilan por sus poemas, pero igual dice, aferrándose a conocimientos generales de la física, que la materia se compone / principalmente / de nada. Algo que podría suscribir, desde otra zona de la poesía, pero vecina en afinidades y sensibilidad, Mariano Blatt, cuando dice quiero agradecer / una vez más / a dios / que hizo / como todo sabemos / todo / y que hizo / como todos sabemos / nada.

"En Blatt, en Bejarano, en Podestá y más adelante veremos que en Caamaño, entre otros, la amistad, el barrio, las relaciones, los clubes de fútbol no caen en codificaciones, valores, en costumbrismo urbano, aunque recurran una y otra vez a esas referencias; la amistad, las relaciones están dominadas por una profunda ternura y por un profundo amor a las criaturas y a los objetos, a las creaciones de dios, de la naturaleza o de la cultura.

"No faltan los poemas de amor o de desamor: Vos roías una costilla de cordero mientras apoyabas / tu pie descalzo sobre mi falda, se lee en Milton López, en versos delicadamente encabalgados, como delicada es la imagen y el lenguaje.

"Bruno Revello dice en un poema si este fuera un poema clásico debería decir / árboles álamos sauces u olmos, pero como no lo es, / se zarandeaban cables una maraña que en el poste frente a nuestra casa / se fue anudando hasta ser un ovillo de corrientes parásitas y entonces yo pienso que el clasicismo no descansa sólo en el léxico y que agradezco el discreto barroquismo, que me hace acordar, sí, a los clásicos.

"Como hace acordar al realismo la precisión de estos versos de Rosina Lozeco al final de un viaje en colectivo en el que fantasea con su amado: Me bajo / prendo un cigarrillo / y lo apago antes de entrar, / había llegado al filtro / mi cálculo fue perfecto. En otro poema dice: Es una cuestión de purísima casualidad / que vivas enfrente de mi casa / y que además me gustés tanto.

"Ariel Delgado, que era muy tímido en Buenos Aires y con el que nunca tuve la oportunidad de hablar un rato, dice: somos jóvenes / pero eso se pierde con el cuerpo, / estamos enamorados / pero eso se olvida con la costumbre, antes de decir en el poema que dejó más que el amor en esos labios. Más que el amor, extraño a Ariel, casi exclusivamente tuve noticias de él por sus poemas, y las sigo teniendo.


"Tomás Fadel celebra el trabajo, la naturaleza y la tecnología en Finca: El seba recorre en moto el callejón / comprueba el riego / el funcionamiento de los goteros / pero qué podrá lograr si no ve nada? / eso, un paseo en la montaña / y un buen sueldo, en unos versos limpitos, en un poema que tiende a salirse de sí todo el tiempo.

"En Diego Vdovichenko se lee la experiencia del litoral y la infancia en un solo verso: el olor fresco de la casa. La economía del ocio, el bienestar de estar al pedo se lee en el fragmento de Tomás Boasso: Si bien / estamos solos, mi perro y yo, están también las doscientas baldosas del suelo, las macetas vivas, / una viga sostenida por ladrillos, / la carcasa hueca del motor, su hélice quieta…

"Caamaño hace un juego verbal con la costumbre del mate o el automatismo de una lengua: Siempre que alguien me dice gracias / pienso / ´no quiero más´ / y cuando digo / ya por reflejo / ´no digas gracias´/ estoy diciendo / ´seguí queriendo (me)´. Julia Enríquez compila, a veces, frases que escucha o que lee o que dice en redes sociales y las pone a funcionar en poemas saludablemente deformes, frescos: traje locura puesta, nada más que locura puesta.

"Un poema de Pablo Espinoza enseña a hacer una cresta punk, parece que sólo se necesita jabón neutro y paciencia: cuando consigas la forma deseada secá la cresta con una secadora de aire tibio o preferentemente al sol; o al despertarse en un viajeNo reconozco el paisaje pero sé que estamos cerca. Este verso es vecino de muchos otros en esta antología, como si un viajero leyera acá o allá y no reconociera a ninguno pero tuviera la certeza de que esos versos son versos de ahora, frases de ahora.

"Matías Moscardi, en un vistazo, advierte, aquí y allá, los restos de una cultura y de una economía: Un fragmento de losa fluctúa como la pieza de un rompecabezas roto. Un personaje de Leandro Beier, metido en la reparación de una Gilera 150, se confunde / en la maraña de cosas / y porquerías y olor / a nafta y grasa / y al final te dice / esto, / esto te limpia la mente.

"La poesía de Carlos Godoy no le teme a las alegorías o a los personajes alegóricos; en el El hombre que siembra leemos: En cada planta hay una idea de las cosas. / Por cada planta hay un hombre que siembra. La llanura de la pampa argentina es apropiada para el extrañamiento de Bernardo Orge: ¿ves allá donde pasan los camiones? / Es la ruta treintaitrés. / te lleva a un lugar para un lado / y a un lugar para otro.

"Y en otra fiesta más, en un poema de Ezequiel Nacusse: no he vuelto a escuchar / la cumbia de nuestros días, por eso / cuando un grupo de muchachos despreocupados / baila tus canciones en un mix / sin igual, / me detengo junto a la puerta de la terraza / y retrocedo / retrocedo… También se puede ser cruelmente delicado, como en un poema de Valeria Meiller:Quitarles el cuero a los animales se había transformado en un acto de amor, el trabajo del cuchillo separando tiernamente el abrigo de la carne.

"Otra escena de aventura se puede leer en Kowabunga!de Santiago Pontoni que recuerda cuando hacían rafting en el agua podrida: nos calzábamos las ojotas en las manos y era remar y remar (…) hasta que el cielo se ponía bien morochazo y comenzaba a diagramar sus primeros baldíos estelares.

"En otro modo del pasado, Jonatan Santos cuenta: A la mañana remontamos un barrilete / y no pasó mucho más / hasta que el Chevy verde del abuelo volvió del pueblo, / y corrimos a robarnos una varilla de pan del baúl. Para el futuro queda la certeza de Antolín: apuesto a que hay sol mañana. / Pase lo que pase seguro que hay sol mañana. / Sólo estoy a un día de distancia.

"Y esto es casi todo. La escritura del futuro, pienso, está a un día de distancia, un día para atrás está el recorte de esta antología, un día para adelante los amigos que vamos a conocer, los amores, los libros, las lecturas. Los antólogos se leyeron todo, todos los antólogos se leen todo

"Gracias al trabajo de Daiana Henderson, Francisco Bitar y Gervasio Monchietti conocí varios poetas. Su trabajo fue uno que involucró la lectura de decenas de libros, fanzines, blogs y textos inéditos, de hecho muchos de los textos que tiene el libro se publican por primera vez e incluso hay autores que publican en 30.30 por primera vez. El resultado es una colección de poemas y de autores que más que limitar abren una zona.

"30.30 trabaja con lo que se está haciendo y sugiere que en la actualidad los jóvenes producen en varias direcciones: el realismo y su forma más contenida: el objetivismo; los restos de un neobarroso; el rock; el imaginismo; las vanguardias; los clásicos forman parte del legado de una cultura y cada uno hace con ese legado lo que se le canta, eso aprendí leyendo esta antología que es un punto de encuentro y también de dispersión.

"Fui feliz leyéndolos. Pero lo más necesario es que a partir de ahora, lo que más me gustaría, cuando ya leímos o escribimos todo eso que está en 30.30 y todo lo que no está en 30.30, porque era malo o porque era viejo, porque no era de esta generación sino de otra, la de al lado, la mía o la otra, que ya viene, entonces, escribamos entre todos, con esta poderosa herramienta que es 30. 30, y con otras más, inventadas o por inventar, el poema que falta, el que ninguna cultura, por suerte, querrá antologar. Eso puede ser el futuro".

Fuente: Télam

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