Catamarca estuvo representada por Lic. Rita Rodríguez de la Secretaria de Cultura, y Lic Luis Fernando Morales de la Secretaria de Turismo. Donde su participación en los talleres fue actica y de exposición sobre la temática referida, Patrimonio de la Humanidad, recurso arqueológico, Plan de Uso público, y circuitos turísticos.
El Qhapaq Ñan es el Sistema Vial Andino que fue consolidado por el Imperio incaico en el siglo XV, pero que tiene más de 2000 años de historia. Este camino atraviesa alrededor de 35.000 kilómetros a lo largo y a lo ancho de la región andina. Esta formidable red vial, que tiene su punto de inicio en la ciudad del Cuzco, permitió integrar parajes y grupos sociales, extendiéndose a lo largo de desiertos, montañas y selva, comunicando amplios territorios que hoy conforman los países de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
En Argentina atraviesa siete provincias Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza. Cada una de estas jurisdicciones, en acuerdo con los referentes nacionales e internacionales del proyecto, seleccionó un tramo de camino para postular a la declaratoria. Por Catamarca quedó incluido el Pucará de Aconquija y unos 800 metros de camino que unen a esta imponente fortaleza con el Sitio del Bajo, ambos ubicados en una porción del territorio andalgalense que antiguamente integró el imperio incaico.
El Qhapaq Ñan fue el eje central del proyecto político-económico del Imperio Inca. Conecta las altas cimas de las montañas andinas a lo largo de unos 6000 Km y servía de enlace a una red articulada de caminos e infraestructuras, vinculando diversos centros productivos, administrativos y ceremoniales.
El Qhapaq Ñan fue también una vía de comunicación que permitió la difusión de las culturas regionales y la apropiación de valores culturales comunes, gracias a la expansión de lenguas como el quechua y aymara. Hoy, los paisajes culturales por los que discurre el Qhapaq Ñan conforman un contexto excepcional en el que los pueblos andinos continúan expresando su capacidad para adaptarse exitosamente a una de las geografías más difíciles del continente americano, continuando con una tradición cultural que se remonta a tiempos lejanos.