“Ese cuento, “Oid mortales” lo escribí pensando en esos mártires, como que yo mismo en l982 estuve a punto de ser reclutado para las islas, en ese entonces había ingresado como cadete de ler. Año en la escuela de oficiales de Gendarmería Nacional “Grl. Martín Miguel de Güemes”. Lamentablemente, muchos de mis compañeros de secundario, (estudié en San Miguel, Bs.As), no tuvieron la misma suerte y debieron tomar el fusil y marchar a pelear por una guerra que al cabo de muchos años, los argentinos, pudimos darnos cuenta que sufrieron más los de abajo, los pobres soldaditos que no eran militares de oficio. A ese arrojo, a ese valor, a esa sangre derramada, a ese destino cruel e impensado dediqué ese cuento. Fue por decirles de alguna manera, un tributo a quienes dejaron el pellejo tan lejos de los suyos, tan lejos de sus familias y de sus amores aunque, defendiendo e esta tierra que hoy lamentablemente, muchos de los políticos parecen no quererla y la venden como si nada, olvidando tantas sangres derramadas…” Estas fueron las palabras del escritor Guillermo A. Fernández, al referirse al premio anterior obtenido en la ciudad de Lobos. En relación al presente, se refirió.
En relación al nuevo galardón sostuvo:
“Es para mí, un orgullo llevar bien alta la bandera de Fiambalá-Catamarca fuera de la provincia, al haber obtenido en diciembre pasado en Capital Federal el Diploma de Honor en el Certamen Nacional Literario de Escritores Argentinos, una institución cultural de prestigio internacional y que aglutina a escritores de renombre a nivel nacional. El cuento distinguido fue “Entre sábanas rosadas” y que acaba de ser incluida en la antología nacional de narrativa “El Milagro de la palabra” de Creadores Argentinos, es una obra reciente, formará parte del próximo libro del autor a editarse, se llamará “Oid mortales”. Se prevé la distribución en Formosa, Catamarca, Chaco, Paraguay y Buenos Aires. A ésta última, que posee excelentes escritores, al parecer, estoy llegando desde el año próximo pasado con bastante suerte. Dedico este triunfo a los jóvenes de Catamarca porque creo que nosotros, los mayores, debemos demostrarles que no hay imposibles cuando se le pone ganas y uno se prepara para obtener algo. Se lo dedico a mi familia que siempre me acompaña en esta difícil lid de escribir y donde tenés que medirte con autores reconocidos y de buen prestigio nacional y la sagrada Virgen del Valle que siempre me acompaña, en la ciudad, en el monte, en la montaña, siempre está conmigo. En fin, agradezco también a ustedes, los medios de prensa, por dar a conocer la distinción y porque de esa manera también hacemos saber que Fiambalá y Catamarca tiene un rol protagónico en la cultura nacional a través de la literatura. Les pido a los jóvenes y adultos que posean inquietudes culturales que no se las guarden, que las perfecciones, que se preparen para demostrar lo que pueden hacer, es lo que importa para que alguna vez nos recuerden. Yo, humildemente, confieso que he tenido suerte, suerte de tener una familia que me apoye, un pueblo con gente que me aprecie y seres poderosos que desde arriba siempre me ayudan…”