La producción de azafrán: una alternativa al alcance de la mano

(DIARIOC, 17/12/2009) Se trata de un cultivo que, por sus singulares características de escala humana, requiere de una amplia difusión para captar productores, puesto que los volúmenes que se obtienen individualmente generalmente no alcanzan para cubrir el peso mínimo requerido en una exportación o para la comercialización a escala nacional.

No obstante, por esto mismo, el azafrán español es considerado como la especia más cara del mundo: su valor es cinco veces superior al de la vainilla y 30 más que el del cardamono. Está constituido por los estigmas de la flor del Crocus sativus y constituye una apreciada variedad condimentaria cuyo mercado mundial ha sido y es liderada por España no sólo a nivel de producción sino también a nivel de exportación.

Un punto a favor es que en nuestra provincia el cultivo ya ha sido comprobado en varios puntos geográficos con distintas características climatológicas, con excelentes resultados. Es decir que el azafrán español se adapta perfectamente al clima de localidades tan disímiles como Romancillo Oeste, Tinogasta o Capital, lo cual es un obstáculo menos a sortear.

¿Por qué elegir el azafrán?

Son varias las alternativas que alientan a un emprendedor a encarar esta actividad. En primer lugar, resulta suficiente un terreno de menos de una hectárea, e incluso puede comenzar en el patio de su casa.

Por otra parte, las tareas para su cultivo pueden efectuarse con pocas herramientas, y de bajo costo.

Se emplean escasos insumos, entre los que se cuentan fertilizantes, herbicidas y productos fitosanitarios.

Asimismo, las plantas requieren suelos de mediana fertilidad y riego con cierta moderación (no agua en abundancia), y escapa a ciertos daños climáticos, especialmente las heladas otoñales y al granizo.

El cultivo del azafrán exige poca mano de obra durante todo el año, excepto para la cosecha, cuando puede hacer en un mesón con su familia y amigos. La cosecha es en otoño, una época de escasa actividad agrícola tradicional.
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El producto terminado es de fácil conservación, puesto que mediante un simple y económico proceso se transforma el producto (las hebras) en no perecedero.

En nuestra provincia, el principal productor es el señor Eduardo Ocampos, quien tiene su emprendimiento desde hace varios años y ha logrado comprobar la adecuada adaptación del cultivo a diferentes climas de nuestra provincia. Por mayor información ingrese a www.azafran-Catamarca.com.ar o 03833-15328355 – [email protected].