La premura no fue suficiente y, según el parte policial, los efectivos debieron detener su marcha porque no había más tiempo y se producía el alumbramiento.
La joven fue asistida por el sargento ayudante Carlos Ojeda, un hombre experimentado en estos menesteres, ya que vivía la experiencia por octava vez.
"Estábamos en un control vehicular, ya casi al final de nuestra guardia y llegó una señora embarazada con dolores de parto y a los cinco minutos rompió bolsa", relató Ojeda.
"Decidimos trasladarla a una estación de servicio a 10 cuadras y la mujer decía que ya nacía... y nació”, completó su narración el policía, quien contabiliza 19 años de servicio en la fuerza.
En el habitáculo trasero del móvil, junto a su compañera de patrulla y la madre de la parturienta nació una niña, "gracias a Dios bien. Corté el cordón y a los pocos minutos llegaron los médicos y la trasladaron a la maternidad provincial”, dijo Ojeda.
Fuente: 26noticias.com.ar