Con respecto a los controles que se hacen desde el municipio capitalino para evitar este tipo de situaciones, la jefa del Departamento de Bromatología, Ana Salerno de Romero, manifestó “diariamente los grupos de inspectores efectúan controles en todos aquellos establecimientos que tengan la venta de alimentos perecederos a través de termómetros, si no reúnen las condiciones optimas son retirados de forma inmediata”.
De la misma forma, comentó que reciben entre 10 y 20 denuncias por mes, realizadas por los propios consumidores “y tratamos de cubrirla rápidamente, pero a veces no podemos demostrar la irregularidad, por distintos factores que se presentan en el local denunciado”.