La plantación se encontraba a sólo unos metros de la casa de la actriz Araceli González, y a pocas cuadras de la de Paul Starc, ex subsecretario de Investigaciones e Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Eran 17 plantas, cada una de unos 1,70 metros de altura, informó el diario Crónica.
Al parecer, la huerta pertenecería a dos hermanos de 20 y 22 años que fueron identificados sólo en la causa judicial, y que serían hijos de un reconocido comerciante que vive al lado de la casa donde fueron encontradas las plantas.
De acuerdo con los informantes de la policía, los jóvenes habrían aprovechado que no tenían vecinos para instalar ahí un negocio propio, que llegó a tener 25 unidades. Sin embargo, llegaron a deshacerse de algunas antes de ser descubiertos.
El operativo se llevó a cabo en la víspera de Navidad, en el kilómetro 42,500 de la Panamericana. Según los investigadores de la causa, la propiedad es de una mujer de origen chino que la compró en un remate judicial, pero que todavía no se mudó, por lo que se descarta que haya estado al tanto de lo que ocurría en su jardín.
Fuente: minutouno.com.ar
(ver hechos de diaria difusión).
Corrieron a productores y distribuidores en Colombia, los acosaron en Bolivia, trasladaron bases a México, pasaron por Brasil y ahora tienen campo muy fértil en Argentina, país productor y consumidor, con claros índices de distribución hacia lejanos mercados (basta un simple análisis de pequeños pero múltiples casos ventilados por pocos medios de prensa confiables).
Esto que habrían "descubierto" es una gilada en comparación con lo que en realidad sucedería.
De todas maneras, el tráfico en cuestión va ligado a otras irregularidades y como están dadas las cosas, no es sorpresa para nadie.
Los males no se imponen, aunque a veces los vicios puedan contagiar y para eso hace falta jóvenes con defectuosas formaciones familiares (consumidores de clases medias y altas, sin culpar a sectores pobres que a veces comercializan).
Si hay caza furtiva o actos de cuatrerismo es porque tenemos hombres insensibles capaces de comprar, utilizar, consumir o negociar animales; si hay contrabandos es porque hay compradores de mercadería importada e ilegal, entonces... si se aplaude el insano proceder de muchos jóvenes y se consiente la “picardía” de su ebriedad en las calles, protagonizando impunemente grescas y escándalos en grupos, cometiendo abusos y actos violentos, se es cómplice de sus atropellos y delitos (generalmente a causa de entorno familiar ausente) y seguramente insatisfechos por una existencia vacía irán por más y se drogarán.
Si los padres aceptan los comportamientos de vergüenza y agresivos de sus hijos (obsérvese las molestias que causan a vecinos con sus equipos de música en horas de la madrugada, cómo ensucian asientos de transportes públicos poniendo los pies encima, malos comportamientos en colegios, facultades, boliches bailables, arriba de vehículos y en las esquinas de cualquier ciudad), el Estado no puede reprimir para “corregir” estas florecientes conductas equivocadas. Nadie se forma torcido por malas influencias de la calle -excepto quien tuvo la desgracia de crecer sin familia-, por ende, los negociantes de vicios (drogas) tampoco serían los "cucos" principales de la película cuando en el camino encuentran millares de "clientes" sin rumbo, amigos de la vagancia y vida fácil por falta de ejemplos morales paternos. El árbol de buenas raíces, cuidado y bien regado, crece derecho, sin asperezas y nada lo deforma (como decía mi maestro Zen de artes marciales y lo repito en uno de mis libros: “el hombre sabio se inclinará levemente dejando pasar la tormenta, evitando ser quebrado, pero rápido se enderezará imperturbable”).
Pertenezco a una generación en extinción, de trabajo honesto, vida sana, sólidos códigos éticos y respeto por el prójimo y por los hijos de la Naturaleza (los animales y las plantas), las nuevas generaciones están mal encaminadas desde la cuna (habría excepciones) y es asunto de otros mejorar a sus descendientes para que puedan ser útiles como seres humanos, convivir en paz y armonía sin vulnerar derechos ajenos.
Los que negocian con los vicios de los mediocres podrán ser catalogados de inescrupulosos, yo diría que son comerciantes oportunistas, porque los verdaderos inmorales y culpables son los que crían hijos vulnerables e inestables mediante malos ejemplos en el seno del hogar.
CARLOS ESTRADA
(escritor y periodista de investigación)
Bs.As., 31- 12- 2010.