El 23 de septiembre del 2002, Lontoya manejaba un colectivo de la línea 104, con el que embistió y mató al Daniel Eduardo Lucero, un canillita que circulaba en moto en la esquina de Lavalle y Santa Fe.
Para justificar su ausencia, Lontoya presentó un certificado médico aduciendo problemas musculares que le impedían movilizarse. Sin embargo, médicos del Cuerpo Forense informaron que el acusado estaba en condiciones.
El juicio fue programado para el martes pasado, pero Lontoya faltó nuevamente y por ello se ordenó su detención.
Ayer a la mañana se cumplió la orden, pero cuando el acusado estaba ya en el banquillo, sufrió una descompensación y tuvo que ser regresado al sanatorio.