Los reclusos rompieron el vidrio de un ventiluz y con los trozos se lastimaron en antebrazos y estómago, además se cosieron la boca, como medida de protesta por estar en ese sector.
Personal penitenciario rescató a los internos y los trasladó al hospital San Juan Bautista para las curaciones.
Posteriormente fueron dados de alta y volvieron a la cárcel, donde permanecen alojados en las celdas de castigo.