Mientras circulaba por avenida Hipólito Irigoyen, a la altura del barrio Villa Eumelia, el chofer y el guarda vieron a los menores que comenzaron a arrojarles piedras y provocaron la rotura de uno de los vidrios laterales, mientras que otros proyectiles dieron en la carrocería.
Al ver los daños, el conductor regresó a la terminal hasta que se reparen los daños, y para presentar la denuncia.