Hay quienes opinan además, que es un caso "demasiado grande" para el fiscal Juan Pablo Morales, quien "osó investigar" al cuasi intocable Taselli, que estaría protegido por intereses políticos y empresariales desde hace décadas y que esto puede acarrearle consecuencias.
Durante casi 10 años, la empresa prestataria del servicio de energía eléctrica de Catamarca, ha demostrado enormes falencias de funcionamiento y un déficit en la contraprestación hacia sus usuarios, que fue el blanco preferido de las críticas de la opinión pública en más de una ocasión.
La falta de inversiones por parte del "Grupo Taselli" ha puesto a Edecat en el ojo de la tormenta y sin embargo, nunca hubo de parte de sus responsables, un mínimo de preocupación en salir a dar una respuesta a tantos cuestionamientos.
{adr}Veranos e inviernos de temperaturas extremas, en los que los catamarqueños debimos acostumbrarnos a los cortes de energía, sin contar las constantes variaciones de tensión, que a más de uno le costó algún aparato o electrodoméstico.
Hoy Taselli debe responder pues habría usado la empresa que los catamarqueños le hemos confiado para dejar atrás años de servicio deficiente de la no menos célebre "DECa", para subsanar oscuros negocios de "empresas fantasmas" que su compañía se habría dedicado a financiar.
En menos de una semana debería estar sentado ante quien lo investiga por estas maniobras, pero siempre queda el interrogante de si sus millones acumulados le dejarán ver en qué situación se encuentra.
Este hombre, criticado por su soberbia y su obsesivo bajo perfil, pero más aún por los beneficios que habría obtenido del poder político, debería estar en la cuerda floja en términos penales.
Sería un avance en la credibilidad judicial, que, si corresponde, devuelva lo que se habría llevado y que ello sirva para mejorar el servicio de energía en Catamarca.