El galpón, de 18 metros cuadrados, era utilizado hace un tiempo como criadero de chinchillas, y sería propiedad de Jacinto Menem.
El inmueble, construido con paredes de ladrillo y techo de madera, comenzó a arder por motivos que hasta el momento se desconocen, y fueron los vecinos quienes advirtieron las llamas por lo que llamaron a la policía.
En el interior había maderas, muebles y otros objetos en desuso, de fácil combustión, por lo que las llamas se expandieron rápidamente.
Efectivos de la comisaría de Valle Viejo y una dotación de bomberos llegaron al inmueble, y al cabo de varios minutos de ardua lucha, lograron controlar las llamas. De esa manera evitaron que el incendio se propague a un campo vecino, donde peones estaban cortando forraje.
Según se supo, uno de los trabajadores fue agredido por un hijo del damnificado, porque al parecer creyó que el incendio se había iniciado por una quema de pastizales.