Ayer a las 7.30 de la mañana, la ordenanza Carmen Arévalo se encontró con la desagradable novedad y de inmediato avisó a la policía.
El robo se habría cometido entre la noche del lunes y la madrugada de ayer, cuando el edificio se encontraba cerrado. En ese lapso los ladrones entraron por una ventana de la parte trasera del edificio. En razón de las dimensiones de la abertura, se presume que eran menores.
Luego se dirigieron al kiosco y con una barreta de hierro rompieron la parte de delantera, y se apoderaron de golosinas, artículos de librería y otros elementos.
Efectivos de la comisaría Quinta dieron intervención a la Unidad Judicial Nº 5.