En ese contexto, el Banco Central aprovechó para bajar los precios del dólar.
El organismo monetario rebajó en tres centavos o en un 0,79 por ciento el precio de la divisa norteamericana, de tal forma que en las entidades que operan por cuenta y orden del Banco Central se exhibió en las pizarras 3,71 pesos para la compra y 3,79 tipo vendedor.
El recorrido se repitió en el mercado libre que esta vez mostró mayor fluidez de las ventas en medio de la anemia de pesos que mostró la plaza financiera. Los compromisos de fin de mes llevaron a liquidar posiciones que se habían atesorado en dólares.
Las agencias y bancos que se fondean con sus propias divisas cotizaron al dólar estadounidense a 3,77 pesos para la compra y, siempre en promedio, establecieron 3,87 para la compra, cuando hace pocos días la divisa amenazó desbordar los 4 pesos.
En un marco de negocios también más acotado el dólar mayorista se movió en niveles de 3,79 a 3,81 pesos. El BCRA fijo en 3,759 pesos el tipo de cambio para la liquidación de exportaciones.
Los cambistas remarcaron que el mercado estuvo menos pedido después del respiro que significaron las señales del FMI al dejar entrever que postergará un vencimiento de la deuda que se debía cancelar a mediados de este mes.
Sin embargo, insistieron que la falta de pesos también le restó posibilidades a cualquier rebote alcista del dólar y terminó por definir una baja en todas las franjas del mercado.
Precisamente la marcada iliquidez del sistema mantuvo altas las tasas de interés en todas las franjas de la plaza financiera. El "call" entre bancos de primera línea se resolvió al 50 por ciento anual y los préstamos por un día entre entidades de menor rango se pagaron hasta un 60 por ciento. (Télam)