En la principal de unas 450 ceremonias previstas en toda Normandía, y recién llegado de una gira por Medio Oriente, Obama dará un discurso ante 9.000 invitados, entre ellos 1.500 veteranos de la guerra, en el cementerio estadounidense de Coleville Sur Mer, donde están enterrados casi 9.400 soldados norteamericanos.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, oficiará de anfitrión en el acto, al que acudirán también el príncipe Carlos de Inglaterra, los primeros ministros británico, Gordon Brown, y canadiense, Stephen Harper, y las primeras damas estadounidense y francesa, Michelle Obama y Carla Bruni.
Antes de llegar a Francia, Obama visitó hoy un campo de concentración en Alemania, donde además pidió a la comunidad internacional "redoblar esfuerzos" en pos de la creación de un Estado palestino para avanzar hacia la paz en Medio Oriente, uno de los temas centrales de su gira por Arabia Saudita y Egipto.
Unos 156.000 soldados, en su mayoría estadounidenses, británicos y canadienses, desembarcaron en cinco sitios distintos de las playas de Normandía el 6 de junio de 1944, en un histórico operativo militar que abrió un segundo frente en Europa en torno a Alemania mientras el Ejército Rojo soviético avanzaba por el Este.
Según historiadores, los aliados perdieron más de 220.000 soldados durante la batalla de Normandía, que se extendió del 6 de junio al 21 de agosto y que también dejó 20.000 civiles muertos.
Por fuera de las ceremonias oficiales, el programa incluye bailes, fiestas y encuentros con la población, con testigos de la época. Veinticinco fuegos artificiales iluminarán los 80 kilómetros de costa donde tuvo lugar el desembarco aliado.
Antes de los actos de mañana, veteranos estadounidenses y alemanes de Segunda Guerra Mundial rindieron hoy homenaje a sus camaradas caídos en un cementerio cerca de una de las playas invadidas por los aliados en el Día D.
En la ceremonia, bandas militares tocaron los himnos de los Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña y Francia, y visitantes alemanes depositaron ofrendas florales al pie de un túmulo funerario ubicado en el centro del cementerio de La Cambe, en el norte de Francia, donde están enterrados unos 22.000 alemanes.
En Alemania, Obama tocó nuevamente uno de los temas centrales de su gira de esta semana por Medio Oriente y Europa: el conflicto entre palestinos e israelíes.
El presidente llamó con firmeza a la comunidad internacional a "redoblar esfuerzos" en pos de la creación de un Estado palestino al lado de Israel para avanzar hacia la paz en Medio Oriente.
"El momento de que actuemos es ahora", dijo Obama en declaraciones en Alemania junto a la jefa de gobierno del país, la canciller Angela Merkel, según informó la agencia de noticias DPA.
Un día después de dar un discurso en El Cairo en el que llamó a palestinos e israelíes a ceder en su disputa para lograr la paz, el mandatario dijo que "Estados Unidos no puede imponer la paz a las partes", pero agregó que su país "al menos creó el espacio, la atmósfera, en la que las conversaciones puedan recomenzar".
Por enésima vez en las últimas semanas, el presidente dijo que Israel debe cumplir con la obligación que contrajo cuando aceptó el plan de paz Hoja de Ruta y detener la construcción de colonias en tierras que los palestinos quieren para su Estado.
Merkel, por su parte, prometió su cooperación para alcanzar la largamente buscada meta de la paz en Medio Oriente y, aunque no dio detalles, dijo haber discutido con Obama en privado un cronograma para el por ahora estancado proceso de paz.
Acompañado por Merkel, Obama se convirtió luego en el primer presidente de su país en visitar el campo de concentración de Buchenwald, donde murieron unas 56.000 personas, la mayoría de ellos judíos, fusilados o colgados por los nazis.
Además de Merkel y el premio Nobel Elie Wiesel, sobreviviente del lugar, Obama fue acompañado al campo por Bertrand Hertz, otro sobreviviente que ahora preside el Comité Internacional de ex Internados de Buchenwald-Dora.
Los cuatro depositaron una rosa blanca sobre el monumento que recuerda a "todas las víctimas" del campo. Obama inclinó la cabeza, en señal de recogimiento, antes de alejarse del memorial.
"No olvidaré nunca lo que he visto hoy aquí en Buchenwald", dijo Obama al término de la visita.
El presidente norteamericano tiene una conexión familiar con el lugar: su tío abuelo materno, Charlie Payne, que estuvo en Europa con las tropas estadounidenses, estuvo entre los liberadores de un campo satélite de Buchenwald, y volvió sacudido por la experiencia. El hombre, de 84 años, hoy vive en Chicago.
