La iniciativa, rechazada por el gobernante Partido Popular (PP), había sido impulsada por la Izquierda Plural (conformada por Izquierda Unida (IU), Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y la Chunta Aragonesista (CHA) y pactada con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en septiembre de 2012, después de que se conociera que el cuadro el ex ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, iba a costar 190.000 euros y que el que inmortalizará a José Bono, como ex presidente del Congreso, ascendiera a los 82.600.
La diputada de IU, Ascensión de las Heras, encargada de defender el texto, subrayó que el encargo de obras pictóricas "onerosas" en este momento de "recortes y restricciones económicas" genera un "evidente malestar" entre los ciudadanos y recordó que incluso representantes del mundo del arte mostraron su "estupor" por el mantenimiento de esta costumbre, a su juicio obsoleta.
"A estas alturas del siglo XXI", la fotografía "resulta mucho más adecuada que un afectado y suntuoso retrato clavado en la pared de la institución de turno" y, siendo "más barata", también serviría para mantener el "supuesto interés" documental y artístico, que en otros tiempos se le atribuyó al género del retrato "cortesano".
En su texto original, la Izquierda Plural instaba al Gobierno a "estudiar la posibilidad de racionalizar y reducir el capítulo de gastos destinado a la realización de retratos oficiales", reduciendo considerablemente su costo, incluso fijando topes e implantando otros métodos menos onerosos para el Estado.
El PP, a través de la diputada Pilar Marcos, ofreció una enmienda que fue rechazada por el grupo que lo propuso. La ´popular´ argumentó que "la moderación siempre es razonable" y ofertó una redacción alternativa en la que se emplazaba al ejecutivo a estudiar "las vías para racionalizar y moderar el capítulo de gastos destinado a la realización de retratos oficiales dentro de la necesaria política de contención, moderación y racionalización del gasto público que ya se realiza en otros ámbitos".
Sin embargo, la Izquierda Plural optó por aceptar la enmienda del PSOE, que planteó su vocera en la comisión, José Andrés Torres Mora. Así el texto que finalmente se votó y fue rechazado incluía un mandato al ejecutivo a implantar esos métodos menos onerosos, previa solicitud de informes a la Real Academia de Bellas Artes y de la Historia.
En paralelo, la opción consensuada entre PSOE e Izquierda Plural animaba al Gobierno a fomentar "en el contexto de la crisis, el apoyo a las artes plásticas por parte del Estado". De hecho, durante el debate los representantes de PP y PSOE coincidieron en destacar el papel de las administraciones públicas como "mecenas" de artistas nacionales.
La representante del PP abogó por mantener la tradición del retrato, recordando que "no es obligatorio" que sea una pintura, y sacó a colación el caso de la ex ministra de Educación Pilar del Castillo, quien se autorretrató.
"Una fotografía no les robará el alma y se podrá usar Photoshop", comentó irónicamente De las Heras, según despacho de Europa Press.
Por su parte, el socialista Torres Mora -quien también aludió al ex ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, especialista en caricaturas que se hizo su propio cuadro- señaló que pretender sustituir la pintura por la fotografía sería tanto como desterrar el teatro por existir el cine.
En este sentido, avisó de que "los escándalos" no deben guiar la acción política y llamó a no tomar decisiones que después "haya que lamentar". "No me parecería bien que los supuestos abusos de los políticos se vuelvan contra el arte y los artistas", remarcó.
Fuente: Télam