Por este motivo, el Ecofin celebrará una nueva reunión extraordinaria el próximo miércoles para tratar de cerrar un compromiso antes del Consejo Europeo del 27 y 28 de junio, en el que está previsto dar un nuevo impulso a la unión bancaria, indicó Europa Press.
El objetivo de esta norma es que en el futuro sean los accionistas y los acreedores, y no los contribuyentes, los que paguen quiebras bancarias, y evitar fiascos como el rescate de Chipre, donde en un primer momento se intentó imponer quitas incluso a los depósitos de menos de 100.000 euros, lo que se conoció como el primer corralito europeo.
El principal escollo que tuvieron los ministros fue que no pudieron ponerse de acuerdo en el grado de flexibilidad que debe permitirse a las autoridades nacionales para salvar a determinados acreedores de quitas.
Francia, Reino Unido y otros países de fuera de la eurozona reclamaban el máximo margen de maniobra, frente a otros países como Alemania o Austria que pedían más ajustes.
Fuente: Télam