Al respecto el Secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, señaló que la consolidación de nuevos activos mineros proyecta la generación de mayores fuentes de empleo en zonas alejadas y postergadas del país, brindando nuevas oportunidades laborales, afincamiento de infraestructura básica y desarrollo de proveedores locales en comunidades donde no se presentan variadas alternativas económico productivas sustentables.
A las inversiones de riesgo se suma el inicio de la construcción de proyectos de características internacionales como Gualcamayo (San Juan) San José (Santa Cruz) y Pirquitas (Jujuy) y la fuerte reactivación de la minería industrial y las rocas ornamentales, producidas en su mayoría por pequeñas y medianas empresas familiares nacionales.
La tendencia alcista de las inversión también se reflejó en la creación de nuevos puestos de trabajo sustentable. En 2007, el sector minero alcanzó un nuevo récord de 232 mil empleos directos e indirectos, en promedio un 120% más que en 2003. El incremento del empleo además se vio acompañado por un promedio salarial que se ubica entre los más altos de la actividad económico industrial del país, con 4.930 pesos mensuales, un 208% más en comparación al 2003.