En declaraciones a la agencia oficial APP, Haider afirmó que las autoridades paquistaníes tenían pruebas de que miembros de Al Qaeda le habían pagado a "terroristas sectarios" locales para organizar este ataque con un coche bomba, que costó la vida a 12 paquistaníes. "Al Qaida los financió", declaró el funcionario.
La policía paquistaní, por su parte, había indicado la semana pasada que la organización sunnita prohibida Lashkar-i-Jhangvi era "uno de los grupos" implicados en este atentado.
Según los pesquisas, se había detectado una relación entre Lashkar-i-Jhangvi y otros dos ataques contra blancos occidentales en Pakistán: el atentado con coche bomba del 8 de mayo, en Karachi, que dejó 14 muertos (11 franceses y 3 paquistaníes) y el secuestro, el 23 de enero, en Karachi, del periodista norteamericano Daniel Pearl, quien fue luego asesinado.
Haider agregó que militantes de Al Qaeda estaban planificando otros ataques para vengarse de Pakistán, que apoya a la coalición "antiterrorista" que encabeza Estados Unidos y que persigue a los miembros de esa red, presuntamente liderada por el saudita Osama Ben Laden, y a los talibanes.