El primer atentado tuvo lugar en los suburbios de la ciudad de Peshawar, en el noroeste del país, cuando un coche bomba explotó muy cerca de un convoy de militares, matando a 17 civiles, entre ellos dos niños.
Según un médico del hospital Lady Reading de Peshawar, la capital de la volátil provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, a los 17 muertos se le suman 46 heridos, entre ellos cuatro soldados de las fuerzas fronterizas que viajaban en el convoy.
Dos de los tres vehículos del convoy que trasportaban a decenas de soldados pasaron por la zona sin incidentes, pero al tercero lo alcanzó una explosión de proyectiles de mortero escondidos en un auto estacionado en una estación de servicio, según informó más tarde la policía local.
Según las pericias forenses, los atacantes escondieron unos 40 kilogramos de explosivos en el auto.
El segundo atentado tuvo lugar en la región tribal de Waziristán del Norte, en la frontera con Afganistán.
Cuatro soldados murieron y otros diez militares resultaron heridos cuando una bomba estalló al costado de la ruta por la que transitaba su vehículo, informó el ejército paquistaní.
Nadie asumió por ahora la responsabilidad de los atentados.
Sin embargo, las dos regiones donde se produjeron los atantados son zonas donde las milicias islámicas talibán o ligadas con ellos tienen fuerte influencia y control.
El tercer atentado se registró en la localidad de Hazara Town, a las afueras de la ciudad de Quetta, en el este de Pakistán.
Allí al menos 20 personas han muerto y otras 65 han resultado heridas en un atentado suicida en medio de una zona muy concurrida por la población chiita, según informaron fuentes policiales, que también alertaron que el número de víctimas fatales podría aumentar con el correr de las horas.
Fuente: Télam