Para Tickner el tema agrario, primer punto de la agenda en el diálogo que mantienen en La Habana la delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, "está en el fundamento de la esencia de conflicto en Colombia dada a la desigualdad tan alta en la distribución de tenencia de la tierra".
"Pese a la demora que muchos han señalado, (el diálogo comenzó en noviembre y el último domingo se cerró el primer punto), el tema de la tierra es uno de los más delicados y fundamentales, y haber llegado a un acuerdo abre el camino para empezar a negociar sobre los otros temas que forman parte de la negociación", opinó.
Tickner -que dicta la materia Relaciones Internacionales-, sostuvo que este primer entendimiento es "muy positivo" y que está "totalmente ligado" al resto de los temas como los esquemas de desarrollo alternativo que "permitirán reducir la dependencia de ciertos grupos de campesinos al cultivo de la coca".
"Es necesario definir lo que se refiere al cómo acompañar a los campesinos que cultivan hojas de coca, y en la negociación se va a discutir de qué manera se van a implementar esquemas funcionales de desarrollo alternativo que permitan reducir la dependencia a ese cultivo".
Por eso, para Tikcner fue clave cerrar este primer punto, ya que para enfrentar temas como el de las drogas y el desarrollo alternativo se "requiere un acuerdo previo en el tema de las tierras", aclaró.
"Muchas de las zonas donde se concentran estos ilícitos están controlados por las FARC, y por ello, la participación de las FARC en ese punto es determinante", agregó.
La analista señaló que lo que abre la puerta para hablar de desarrollo alternativo es "la participación en el manejo de la tierra en general" y lograr un reconocimiento por parte del Estado de que en Colombia "hay un gran problema de desigualdad en la tenencia de la tierra".
"Es imposible que los grandes terratenientes no reconozcan que hay desigualdad en la tenencia de las tierras y muchos ahora hablan de una reapropiación pese a que Santos cuando lo negoció aclaró que eso no es lo que va a pasar".
Tickner subrayó que el mensaje que dio el gobierno, aún reconociendo obstáculos, es que hay suficientes tierras para efectuar ese proceso sin chocar con propiedades de actores legales en el país, es decir, incluyendo a los grandes terratenientes para que no se especule con casos de expropiación.
Sobre la falta de detalles que el gobierno de Santos y la delegación de las FARC difundieron sobre este primer acuerdo, Tickner cree que eso es parte de una estrategia comunicaciones; "se comunica lo que se puede comunicar sin poner en riesgo el proceso", dice.
"Hay distintos estropeadores, uno de ellos es el ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010) que hace uso de toda la información que sale de La Habana en función de estropear el proceso de paz".
"Creo que la información sobre este primer acuerdo tiene un timing político claro; el de de emitir un mensaje sobre hay avances significativos pero sin dar todo el contenido para evitar que esos estropeadores puedan complicar lo que sigue", definió.
Sobre el próximo punto del diálogo, la intelectual puso reparos al considerar que la participación política, segundo tema que analizarán ambas delegaciones, va a depender en gran medida de las garantías que construya el gobierno colombiano.
"Las FARC tienen una experiencia fallida de intento de participación política mediante la Unión Patriótica (UP), partido creado en los 80, parte de sus miembros fueron asesinados, el éxito de la negociación en ese punto va a depender mucho en las garantías que puede dar el estado colombiano para que esto no vuelva a ocurrir", alertó.
"Las garantías tienen que crearse. El gobierno de Santos tiene toda la voluntad política pero debe dar garantías seguras para que sea esa incorporación".
Por último, dijo que el proceso en sí tiene un "nivel alto de apoyo por parte de la población colombiana" pese a que temas como la participación política generan "cierta sensibilidad entre los colombianos, por la forma en que las FARC actúo durante la última década y porque es un grupo armado que generó actos atroces dentro de la población".
El gobierno y las FARC comenzarán el 11 de junio a debatir el segundo punto de la agenda. El resto del temario contiene los puntos de fin del conflicto y desmovilización, solución al problema de las drogas ilícitas, reparación a las víctimas e implementación, verificación y refrendación de los acuerdos.
Fuente: Télam