"Nuestras hijas descansan en paz. No las verás más". Es el atroz mensaje enviado por el padre de las niñas de 6 años desde la localidad de Toulon, en la Riviera Francesa, y cuyo contenido revela hoy el diario ´La Repubblica´.
Estas palabras están en la línea de la carta-testamento que Matthias Schepp dejó en su domicilio de Saint-Sulpice antes de marcharse con las pequeñas el 30 de enero. El rotativo francés ´Le Parisien´, basándose en fuentes judiciales, asegura que en el mensaje el padre anuncia su intención de matarlas. Esto contradice sus propias palabras pues deja a sus hijas como "herederas universales" de sus posesiones, o, "en su ausencia", a su mujer y a sus hermanos. Seguramente, en las palabras "en su ausencia" está la clave de sus intenciones: Matthias quería matar a Alessia y a Livia pero no sabía si reuniría el coraje suficiente.
En las últimas horas también se supo que el padre viajó con sus dos hijas en ferry desde Marsella a Córcega, pero que al día siguiente regresó, también en barco, ya sin ellas. Por eso, las investigaciones se centran ahora en averiguar qué pasó a bordo ya que no hay testigos fidedignos que las vieran bajar de la embarcación. Algunas fuentes indicaron la posibilidad de que el padre lanzara a las mellizas al mar.
El rastreo de su ordenador portátil de trabajo descubrió que el hombre, de 43 años, había estado leyendo información en internet sobre envenenamientos, armas de fuego y suicidios. Fue el viernes, dos días antes de llevarse a las niñas, pero borró el historial de búsqueda para que no quedara constancia.
Los investigadores de los tres países involucrados no descartan ninguna posibilidad a pesar de los testimonios que aseguran haber visto a las niñas en el barco. ´Le Parisien´ revela también que padre e hijas pasaron varias horas en la localidad suiza de Morges el mismo día de la desaparición. La policía helvética, que había suspendido las tareas de búsqueda en su territorio, vuelve ahora a peinar los alrededores del lago de Ginebra por si las hubiera matado antes de abandonar el país.
Matthias no llevaba las sillas obligatorias para niños en su Audi A6 por lo que sorprende que consiguiera recorrer los casi 500 kilómetros que separan su domicilio cerca de Lausana de Marsella sin ser parado por la policía, máxime cuando tuvo que cruzar la aduana francosuiza.
Si hay algo claro en la desaparición de las mellizas es que Matthias quería hacer sufrir a la que pronto se iba a convertir en su ex mujer oficialmente. No sólo por la huída estrambótica por tres países sino por el reguero de pistas macabras que ha ido dejando en su camino. La última estocada, antes de arrojarse a las vías del tren, fue enviarle una carta a su mujer para comunicarle que habían muerto. Aunque los investigadores tienen ya muchas piezas de este rompecabezas, faltan todavía las dos más importantes: saber cómo y dónde mató Matthias a Alessia y Livia.
Fuente: 26noticias.com.ar
