La Presidenta arribará a las 19 al aeropuerto El Plumerillo y desde allí se trasladará en helicóptero hasta la bodega Leoncio Arizu, situada en el distrito Mayor Drumond, del departamento Lujan de Cuyo, confirmó la gobernación mendocina.
Acompañarán a la presidenta los ministros de Economía, Martín Lousteau, y del Interior, Florencio Randazzo.
El gobernador mendocino, Celso Jaque, acompañará junto con directivos de Bodegas de Argentina a la comitiva nacional en la recorrida por el establecimiento bodeguero.(Telam)
A su término, las autoridades nacionales y de Bodegas de Argentina firmarán el acuerdo respecto de la "suspensión de la aplicación del impuesto interno al champagne o vinos espumantes".
{adr}Como contrapartida, "las empresas productoras asociadas a Bodegas de Argentina se comprometerán a realizar inversiones por un monto equivalente al 125 por ciento de lo que deberían pagar por el impuesto".
En consecuencia, "hasta el 2014 el champagne argentino no pagará el impuesto interno. Esta medida responde a la extensión por siete años del acuerdo entre el gobierno nacional y Bodegas de Argentina", se informó.
En cuanto a la exención, "está vigente desde el 2005 y, como se cumplió con la inversión comprometida, se prolonga el acuerdo para los próximos siete años".
En tanto, "son cinco o seis bodegas las que garantizan el acuerdo porque producen el mayor volumen de champagne en la Argentina, pero adhieren cerca de 60 establecimientos bodegueros", señala la información.
Entre el 2005 y el 2006 estas bodegas invirtieron 140 millones de pesos en bienes de capital, nueva tecnología, desarrollo de viñedos y promoción, mientras que el impuesto eximido asciende al 12 por ciento del valor de mercado del producto, concluye el informe oficial.
El diputado nacional Enrique Thomas opinó respecto al convenio que, en enero de 2005 la industria del espumante, (ex champagne), logró firmar un convenio con el Ministerio de Economía de la Nación con el objetivo de suspender un impuesto específico para este sector, el mismo era del 12 % y recaía sobre las ventas de espumante en el país.
"Si este impuesto se hubiera aplicado -dijo Thomas- habría provocado un aumento de precios inmediato, lo que seguramente hubiese ocasionado una disminución en ventas y una retracción de la actividad de esta industria, en toda la cadena de valor".
Destacó que "sin dudas el verdadero valor de este acuerdo, entre gobierno y empresas, es la transformación de un impuesto regresivo en un círculo virtuoso de crecimiento sectorial".
Recalcó que "éste acuerdo aportará no sólo los recursos que hubiera logrado este citado impuesto para el gobierno Nacional, sino además la creación de nuevos puestos de trabajo, la reactivación de numerosas empresas proveedoras del sector como las constructoras, fabricantes de maquinarias de bodega, proveedores de insumos enológicos, transportistas etc".
Thomas especificó finalmente que "en un contexto de reactivación económica, de disminución de la desocupación y de los índices de pobreza y de fortalecimiento de la inversión productiva a lo largo y a lo ancho de nuestro país, el ejemplo de la industria vitivinícola puede servir de guía para transformar la relación entre lo publico y lo privado, a favor del bienestar general".