La primera de esas medidas es la de privatizar el aeropuerto, administrado actualmente por la agencia estatal Infraero, que no ha logrado mantener el ritmo de una economía creciente que ha puesto a millones de brasileños en la clase media.
Teniendo en cuenta que el país se prepara para el Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, la nueva mandataria prevé realizar una oferta pública inicial de acciones de Infraero, informó Folha Sao Paulo.
Esta decisión ha sorprendido, pues Rousseff criticó reiteradamente los planes de privatización de gobiernos anteriores durante su campaña presidencial.
Infraero maneja 67 aeropuertos brasileños por los que circulan 113 millones de pasajeros al año. Brasil necesita 5.500 millones de reales (3.300 millones de dólares) en inversión en 16 aeropuertos que conectarán las 12 ciudades que serán sedes del Mundial.
Funcionarios del Gobierno ya han sostenido contactos con algunas aerolíneas, incluyendo las dos firmas más grandes del país, TAM y Gol, que mostraron interés en invertir en las terminales, según el diario.
Por otra parte, fuentes cercanas a su Gobierno dijeron a Reuters la semana pasada que la presidenta planea medidas agresivas, incluyendo aumentos selectivos de aranceles y exenciones fiscales para ayudar a la industria local.
La inflación también se ha acelerado en meses recientes, principalmente debido al alza en los precios de los alimentos, pero también por un aumento del gasto en un año electoral que probablemente hizo que Brasil no alcanzara su principal meta fiscal de 2010. (Infobae)
