Sin embargo, el número de asistentes fue apenas una décima parte de los dos millones que se congregaron hace dos años en Roma.
Según la Iglesia Católica en Toronto, una de las principales razones de la disminución de asistentes se debe al endurecimiento de los requisitos de entrada al país impuestos tras los atentados del 11 de septiembre en los Estados Unidos. (Télam-SNI).-