Gigantescas manifestaciones populares reclamaron estos días en más de cien ciudades de Brasil por diversas cuestiones, que comenzaron por un aumento en el boleto del colectivo pero se extendieron luego a protestas por probables casos de corrupción y por los gastos que genera la organización del campeonato Mundial de fútbol 2014.
La presidenta Dilma Rousseff, quien anoche convocó a todos los brasileños a un gran acuerdo para superar la crisis, garantizó la seguridad para la realización de la Jornada Mundial de la Juventud católica, que se realizará el mes próximo en Río de Janeiro con la presencia del papa.
El anuncio en ese sentido fue hecho por el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos, Raymundo Damasceno, luego de que trascendiera que existía preocupación en el gobierno sobre la posibilidad de que las protestas callejeras -que causaron al menos dos muertos y más de cien heridos-, pudieran alterar la agenda de la visita del papa Bergoglio.
El pontífice tiene previsto estar presente en la Jornada Mundial de la Juventud, que se efectuará entre el 23 y el 28 de julio próximos en Río de Janeiro, y celebrar allí una misa a cielo abierto.
Fuente: Télam