El gobernador de Tíbet, Qiangba Puncog, al vencer la hora límite de la medianoche para que los manifestantes se entregaran, lanzó la advertencia con una aclaración: "Aquellos que muestren arrepentimiento recibirán algo más de indulgencia".
Puncog dijo que en los incidentes de la semana pasada en la capital Lhasa y en las provincias chinas vecinas a Tíbet "el gobierno manejó el asunto dentro de los límites de la ley" y destacó que "ningún otro país habría permitido esta violencia".
Añadió que las fuerzas de seguridad no dispararon contra los manifestantes, informó la agencia alemana de noticias DPA.
Respecto a la cifra de víctimas que dejó la represión contra las manifestaciones antichinas en el Tíbet, la misma difiere según quien las brinda: el gobierno tibetano habla de 13 muertos, mientras que para el gobierno tibetano en el exilio esa cifra trepa al menos a 90.
Puncog precisó que las personas muertas fueron acuchilladas o quemadas y que también unos 61 policías sufrieron heridas, seis de ellos de gravedad.
Pero el parlamento tibetano en el exilio emitió un comunicado en la que consigna la muerte de "un centenar de personas".
A su vez, las autoridades chinas informaron que "no se permitirá más el ingreso de turistas extranjeros" a causa de la conflictiva situación política y urgieron a todos los extranjeros a salir de Tíbet.
Por su parte, el Centro para Derechos Humanos y Democracia en Tíbet (TCHRD) informó este lunes desde la India que las fuerzas de seguridad china arrestaron a cientos de tibetanos en razias en la capital Lhasa.
La organización indicó que las redadas comenzaron este domingo. Los agentes fueron de casa en casa y detuvieron a cientos de tibetanos que consideraron sospechosos, en especial jóvenes y ex prisioneros políticos.
En tanto, en Katmandú, Nepal, cuarenta y ocho manifestantes tibetanos fueron detenidos este lunes y tres sufrieron heridas de gravedad, en la represión de una protesta frente a las oficinas de Naciones Unidas en la capital nepalesa.
Fuentes locales citadas por la agencia de noticias ANSA, informaron que entre las personas arrestadas hay cinco monjes y otros representantes religiosos que participaban de la protesta junto a refugiados tibetanos.
La manifestación fue convocada para reclamar a Naciones Unidas que intervenga en el conflicto en el Tíbet, para poner fin a la violencia, los "asesinatos" y el "genocidio".
La crisis tibetana originó reacciones en diversos lugares del mundo, entre ellas la del gobierno ruso que advirtió este lunes que las relaciones entre China y el Dalai Lama, jefe espiritual tibetano en el exilio, son "asuntos internos" de Beijing y consideró "inadmisible" cualquier intento de politizar los Juegos Olímpicos.
"Rusia espera que las autoridades chinas realicen los pasos necesarios para que cesen las acciones ilegales y aseguren lo antes posible la normalización de la región autónoma" del Tibet, informó en un comunicado de la Cancillería rusa, según la agencia Itar-Tass. Moscú, además, remarcó que Tíbet es "parte inseparable de China".
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, reclamó a China iniciar un diálogo con el Dalai Lama, para poner fin a la violencia en el Tibet.
La Unión Europea señaló que sería "un agrave daño" avanzar en un boicot a los Juegos Olímpicos de Beijing y dijo que esta postura "no es la forma apropiada de responder al problema del respeto a los derechos humanos por parte de China".
Por su parte, partidos de oposición con representación en el parlamento indio reclamaron una intervención inmediata de Naciones Unidas por la situación en Lhasa y criticaron al gobierno por su "silencio" frente al "genocidio cultural" en el Tíbet.
En tanto, en Munich, Alemania, 25 tibetanos fueron detenidos este lunes por la policía durante una protesta contra la represión en Tíbet que se realizó frente al consulado general chino de esa ciudad.(Telam)