Entre otras medidas, Morales firmó esta noche un decreto que otorga un aumento del 20 por ciento para el salario mínimo, para policías, militares, profesores y profesionales de la salud.
Busca así para paliar la inflación de entre el 7 y el 8% que disparó la decisión de elevar el precio de los combustibles para equipararlo con los valores de los países de la región.
Este reajuste en los carburantes, acompañado de una disparada en los precios de los pasajes del transporte y de algunos alimentos, motivaron el temor de ahorristas de que el presidente Morales piense en aplicar un "corralito bancario".
Todos los bancos privados registraron largas filas de personas que retiraron sus depósitos, aunque no se dio a conocer en qué proporción, constató la AFP.
El gobernante boliviano, un indígena de tendencia izquierdista, dijo que desde que llegó al poder en 2006 los opositores le atribuyeron la supuesta intención de controlar los ahorros de las personas.
"¿Cuándo ha habido corralito bancario?" preguntó Morales. Luego señaló que al asumir la presidencia, "los depósitos apenas eran de 3.000 millones de dólares, ahora tenemos 8.500 millones de dólares".
Tanto el Ministerio de Economía como el emisor Banco Central de Bolivia también negaron en horas previas una medida destinada a congelar los depósitos en bolivianos y dólares de las personas.
Fuente: AFP y Télam