Rockhampton, ubicada a 500 kilómetros al norte de Brisbane, es una de las principales ciudades de esta región agrícola y minera afectada desde hace varios días por las inundaciones que ya fueron calificadas como "bíblicas" por sus autoridades.
Los servicios de urgencia temen que el nivel de las aguas continúe elevado durante al menos dos semanas, favoreciendo, así, la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades. Además advirtieron a los habitantes sobre la presencia de serpientes venenosas y cocodrilos.
"Es temporada de apareamiento y las víboras han salido bruscamente de su medio natural, por lo que en este momento están muy nerviosas", explicó Scott Mahaffey, director de operaciones de los servicios de urgencia.
Según los pobladores, las serpientes se refugian en los árboles y en las casas en busca de un lugar seco.
Con respecto a los cocodrilos, el problema es que "es difícil localizarlos en medio de los desechos" transportados en el agua, agregó Mahaffey.
Los bordes del río, que habitualmente son una zona agradable, ahora se transformaron en una vasta zona parda, llena de sapos, desechos y aguas turbias procedentes de las fosas sépticas.
El curso de los ríos del noreste de Australia aumentó hasta niveles históricos luego de varias semanas de lluvias intensas, seguidas del ciclón Tasha.
Las autoridades estiman que 200 mil personas ya se han visto afectadas por el brusco crecimiento de los caudales, que inundaron 22 comunidades rurales y dejaron bajo el agua a una región tan grande como Francia y Alemania juntas.
Desde fines de noviembre, diez personas murieron a raíz de las violentas lluvias e inundaciones en Australia.
FUENTE: AFP