El caso es analizado por el Tribunal Superior de Pensilvania tras la presentación por parte de los abogados del joven Jordan Brownde un escrito en contra de condenarlo en un tribunal de adultos, según publicó la prensa española.
El hecho ocurrió en 2009, la pareja de su padre, Kenzie Houk, embarazada de ocho meses, fue asesinada y por el hecho culpan a Jordan de doble homicidio, ya que en el ataque murió la criatura.
En ese sentido, el fiscal general de Pensilvania está presionando al tribunal para que acepte juzgarlo como un adulto. De ser así, recibiría la pena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Pero si es juzgado por un tribunal de menores, estará libre a los 21 años.
Por su parte, Amnistía Internacional consideró que juzgar al niño como un adulto constituye una violación del derecho humanitario internacional.
“Exponer a un muchacho de la edad de Jordan a una pena de adulto es inconsistente con las obligaciones de Estados Unidos en materia de derechos humanos internacionales”, señaló la directora de la ONG para las Américas, Usan Lee.
Pero el debate surge porque Estados Unidos y Somalia son los únicos países del mundo que no ratificaron la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño que prohíbe condenar a alguien a cadena perpetua sin posibilidad de salir algún día en libertad condicional por crímenes cometidos antes de cumplir los 18 años.
Según Lee, “es terrible que alguien tan joven pueda ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de revisión de la condena, sobre todo en un país que se presenta como progresista en materia de derechos humanos”.
Por tal motivo, los defensores de los derechos del niño crearon la página web Save Jordan Brown, con el objetivo contar quién es el niño y relatar el proceso legal que le siguen.
En el sitio, aseguran que la investigación que lo inculpa es inconsistente y reclaman que el menor sea defendido correctamente.
Fuente : minutouno.com.ar