Se trata del cuarto caso conocido en los últimos días de agentes que han trabajado infiltrados en grupos activistas y el tercer caso en el que, además, el agente inició una relación sentimental con la persona a la que vigilaba.
El primer caso, que ha provocado un auténtico escándalo en el Reino Unido fue el del agente Mark Kennedy, quien de agente de Scotland Yard pasó a líder del grupo ecologista en el que estaba y uno de los miembros más conocidos del eco-activismo británico. Kennedy se involucró sentimentalmente con varias de sus ´vigiladas´ y finalmente dejó la Policía para dedicarse a la militancia ecologista.
El caso de Jim Boyling es, sin embargo, algo diferente. Conocido como Jim Sutton entre los miembros de Reclaim the Streets, donde estuvo infiltrado entre 1995 y 2000 y que llegó a convertirse en uno de los organizadores clave de la organización, comenzó una relación amorosa con una de sus ´vigiladas´ de 28 años. De repente, un buen día desapareció y regresó un año después para confesarle que, en realidad, era un agente infiltrado. Se casaron y tuvieron dos hijos, aunque ahora la pareja está divorciada, pero nunca abandonó Scotland Yard.
Su exmujer alega que Boyling alertó a uno de sus superiores de su situación y que a ella le recomendó que se cambiara de apellido, lo que hizo con su ayuda. También cuenta que Boyling le decía que la norma que les prohibe mantener relaciones dentro de las organizaciones en las que se infiltran es poco realista y que, además, a veces, es una herramienta necesaria para tener una tapadera.
(Fuente: 20 minutos).