Para ello es fundamental:
Dejar una ventilación permanente en cada ambiente. Además de ventilar toda la casa una vez por día, es fundamental mantener siempre abierta una ventana o puerta en los ambientes calefaccionados aunque haga frío.
Observar que la llama de gas sea siempre de color azul (la llama amarilla es signo de mala combustión y generación de monóxido).
Si se usa brasero o estufa a querosén, apagarlos afuera de la casa antes de irse a dormir, siempre.
No instalar calefones en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
En baños, dormitorios y ambientes cerrados solamente instalar artefactos con salida al exterior (de tiro balanceado).
Controlar anualmente las instalaciones y el buen funcionamiento de los artefactos de la casa. Se recomienda hacerlas revisar por parte de personal autorizado.