Las observaciones se realizan de forma independiente del estrato social y el peso corporal, destacaron los médicos en declaraciones a la revista "PLoS Medicine", según la agencia DPA.
Los únicos ingredientes de una vida sana se conocen desde hace tiempo, pero los investigadores apuntan que hasta ahora nadie había estudiado las repercusiones en su conjunto.
Entre 1993 y 1997 consultaron con 20.244 hombres y mujeres de entre 45 y 79 años de la ciudad de Norfolk, a quienes no se les conocía ninguna enfermedad de cáncer o de circulación sanguínea. Los científicos registraron todos los decesos hasta 2006.
En un sencillo cuestionario, los voluntarios podían conseguir entre cero y cuatro puntos, cada uno por no fumar, hacer deporte, consumir alcohol de forma moderada y tomar cinco raciones de fruta y verdura al día.
No se recibía ningún punto en la categoría ‘movimiento’ si alguien tenía un trabajo sedentario y no practicaba deporte en su tiempo libre. El consumo de alcohol no podía superar las dos copas de vino (o, según los datos, el medio litro de cerveza) al día. El consumo de frutas y verduras en la nutrición se medía a través de los índices de vitamina C.
En la media de once años de observación, los voluntarios con cero puntos tenían cuatro veces con más posibilidades de morir que otros participantes en el estudio con cuatro puntos.
Este resultado, aunque tendrá que ser ratificado en otras regiones, pone de manifiesto que estas sencillas modificaciones en el estilo de vista tienen una influencia notable en la salud de personas de mediana y avanzada edad.
Según los autores, este estudio es la mayor investigación sobre nutrición y salud que jamás se haya emprendido. La investigación EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) se extiende a diez países europeos. (Telam)
