En cuanto al comportamiento del cuerpo ante el estrés menciona que "el cerebro tiene un sistema complejo no localizado en una única región que permite que el organismo se adapte a una situación estresante. Todos los seres vivos precisan de él para decidir rápidamente entre luchar o escapar ante un evento amenazador".
"El problema aflora cuando esas situaciones de tensión, como la presión presión continua de un jefe o la presión social por tener trabajo o el tránsito porteño, por ejemplo se prolongan por largo indefinidamente", agregó el especialista según publica hoy el diario Crítica.
"En las sociedades actuales no nos adaptamos al estrés crónico, un fenómeno reciente, estamos activando un sistema que no está preparado para eso", especificó.
E1 estrés termina dañando el cerebro, hay una interacción entre lo genético y lo ambiental, y subraya que por ejemplo "dos personas que trabajan en la misma oficina y con el mismo jefe pueden vivir el estrés de distinta manera".
"Lo mismo ocurre con una persona que es totalmente pacífica pero ante una situación estresante su conducta agresiva innata surge ya que se libera en nuestro organismo una cantidad de hormonas llamadas glucocorticoides y de adrealina que ejercen efectos sobre el sistema nervioso central y modulan conductas como la agresión".
"Nuestra sociedad impone límites que tarde o temprano son evidentes: infarto, colesterol alto o una esposa que te dice "hasta la vista, baby", concluye.