Son numerosos los inconvenientes que se derivan de la concentración de las vacaciones en un periodo limitado del año.
Aglomeraciones y mayores riesgos de accidentes en las carreteras, desmedido aumento en los precios, sobrecarga de las infraestructuras del transporte, sobresaturación de alojamientos e instalaciones conexas durante un periodo dado e infrautilización de las mismas el resto del año. En fin, disgustos que se pueden evitar, desequilibrios en el empleo de los recursos humanos en las profesiones turísticas y desigualdades en cuanto al desarrollo regional.
Estos problemas se plantean con intensidad en todos los países del Mercosur y en particular en las zonas de recepción y tránsito turístico de las personas en vacaciones.
En este contexto, se debe prestar especial atención a la protección del ambiente natural (principal atractivo convocante de esta parte de las Américas).
Turismo de masas
Hay que ser más conscientes de que las playas, los apostaderos de fauna, paisajes de montaña, la vida salvaje, el campo, las ciudades históricas, los monumentos y sitios históricos, constituyen los recursos de los que depende el turismo para esta“macro región”
Una falta de planificación y una insuficiente concertación por parte de los gobiernos junto a la presión constante del turismo de masas, ya han provocado una importante degradación del ambiente natural que podría comprometer el futuro del turismo del Mercosur.
Además, se ha observado que en el momento actual la actividad turística -que obtiene sus beneficios de estos recursos- no está comprometida, directa o indirectamente, en todos los países de nuestro conjunto geográfico, ni en la administración de las Áreas Protegidas, a pesar que debería interesarle como lo hacen ciertas industrias por sus“materias primas”
Sustentabilidad
Ante esta situación, los Estados de la región tienen el compromiso de integrar la conservación del ambiente natural en la planificación y el desarrollo de las actividades turísticas.
Un mejor escalonamiento de las vacaciones es ciertamente uno de los medios más apropiados para contribuir al mantenimiento del equilibrio deseado.
El Mercosur es rico en recursos físicos y culturales que, si se comercializan correctamente, podrían aliviar a las zonas turísticas más saturadas al tiempo que garantizar un desarrollo armonioso, tanto desde el punto de vista económico como desde los ambientes naturales.
Además, en virtud de las“recomendaciones de la Cumbre de Río y otras”relativas a las incidencias de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente, podrían estudiarse previamente determinados proyectos turísticos para garantizar que respondan mejor a las“capacidades de carga”indicadas.
Sin duda alguna, el escalonamiento más racional de las vacaciones y la consagración de un sistema de“feriados largos”depende de diferentes factores, difíciles y lentos de corregir, como el sistema de vacaciones escolares y del sector industrial así como las formas de pensar y las costumbres adquiridas.
Sin embargo, se considera que la importancia de este problema es primordial para un desarrollo armonioso del turismo en el Mercosur y hay que ocuparse de ello. La búsqueda de soluciones exigirá esfuerzos a largo plazo a través de conciliadas políticas de los estados participantes.
Medidas preventivas
Conscientes de esta situación, determinados Estados miembros están elaborando, en forma independiente, una serie de medidas para lograr un mejor escalonamiento de las vacaciones. Pero sus esfuerzos no están coordinados y por lo tanto corren el riesgo de no producir los resultados esperados o ser demorados.
Debemos estar dispuestos a apoyar estos esfuerzos en estrecha colaboración con las organizaciones internacionales que ya se han interesado por el asunto.
Con esta idea, a través de sus representantes en el área, el Mercosur deberá elaborar una propuesta de resolución de su Consejo, relativa a instar a los Estados miembros para que midan la capacidad de las zonas de recepción y tránsito turístico, con el fin de evaluar los riesgos y efectos de saturación durante determinados periodos del año.
Invitarlos también a dejar de fomentar el desarrollo y la promoción turística en las zonas que presentan un alto riesgo de saturación y promover medidas de gestión y de descentralización que puedan atenuar los factores de sobrecarga.
Al mismo tiempo, los países miembros deberán esforzarse para estimular las inversiones y la promoción turística de las zonas y lugares con poco riesgo de saturación para promover tipos de "productos turísticos" adecuados que diversifiquen la demanda y la época de vacaciones.
Iniciativas
Para dejar más clara la situación, el Mercosur tiene que hacer un análisis de los flujos interregionales de los viajeros -por lo diferentes medios de transporte- que permita obtener información útil tanto para la planificación de las inversiones como para las acciones de promoción. Esto ayudará a las autoridades nacionales y locales para orientar a las agencias del sector“viajes y turismo”
En ese sentido, con la colaboración de los organismos interesados de cada país que integra la región, se llevará a cabo un estudio prospectivo de la demanda potencial y un inventario de la situación actual de las flotas de recreo e infraestructuras a su disposición.
Se podrían prever, además, estudios y proyectos piloto para buscar las fórmulas mejores que hagan frente a la saturación de ciertas zonas turísticas en especial, por ejemplo, las ciudades con un centro histórico que supongan riesgos particulares para el ambiente natural y para el patrimonio artístico cultural.
Por último, para ocuparse con eficacia de los problemas relativos a la concentración de las vacaciones escolares en la Macro Región, se recurrirá a los expertos de la enseñanza y del turismo para buscar las soluciones apropiadas y llegar así a propuestas integradoras y proyectadas al respecto
