Además de las preocupaciones originadas por el misterio de la mutilación de vacunos, la población del sur bonaerense sumó ahora el temor a los asaltos rurales, similares a los que asolaron días atrás la zona norte bonaerense.
Este tipo de ataques violentos contra quinteros bolivianos tiene su como antecedente una ola de hechos que se registró durante el 2000 en los partidos bonaerenses de Pilar y Escobar.
Tanto en los asaltos a estos quinteros como a otros productores agropecuarios, generalmente en los alrededores del partido de Pergamino, son atribuidos por los investigadores a la presunción de que a raíz del "corralito finaciero" hay dinero en efectivos en las casas de campo. (Télam)