Hasta esta tarde, investigadores policiales y judiciales sostenían que el ataque pudo tener como único fin el robo de bronce de las tumbas, aunque no se descartan otras hipótesis.
De hecho, como no se detectaron leyendas o pintadas discriminatorias en el cementerio, el caso es investigado por una fiscalía de instrucción de La Matanza y no por la justicia federal que interviene cuando se trata de delitos con tinte racista. (Télam)