En declaraciones en la puerta de su casa del partido bonaerense de San Isidro, Virasoro, de 34 años, negó haber reconocido las voces de los secuestradores.
"Ahora necesito preservar a mi familia", expresó en un breve contacto con la prensa.
Al ser consultado sobre si estaba dispuesto a irse del país, tras la odisea que sufrió, Virasoro dijo: "No lo sé. Estoy en una etapa en la que tengo que evaluar muchas cosas".
Visiblemente temeroso, Virasoro se refirió a cómo fue el cautiverio que vivió. "Los secuestradores me trataron bien y me dieron de comer muy bien. Psicológicamente estoy muy golpeado. Fue una situación bastante complicada, y no se la deseo a nadie", analizó.